miércoles, 5 de noviembre de 2008

El regreso del carisma



Hoy es un día importante. Es importante principalmente por la gran noticia del momento, que aunque esperada, no ha dejado por ello de ser menos sabrosa: Obama será el nuevo presidente de los EEUU. Pero también es un día importante porque, después de muchos años, regresa a la escena pública el carisma.

Siempre he sido admirador de ese carisma político que imperaba en los años '80. Solo hace falta recordar a Reagan, Gorbatchev, Thatcher, Mitterrand, González, etc., todos ellos políticos de diferentes signos y colores, pero agraciados con ese don de pocos que es el carisma. Y es que no hay nada como el carisma para avivar el llama de la democracia, para generar confianza en el ciudadano de a pie, para despertar ilusiones e inyectar motivación. Y eso, tengo la sensación es lo que hemos recibido con el maravilloso regalo de la elección de Obama.

Los últimos años de política mundial (capitaneada siempre por la política de EEUU) han sido en cierto modo grises, faltos de ilusión, carentes de carisma. No quiero entrar en detalles, pero pienso objetivamente que todos tenemos opiniones coherentes sobre la talla política (o ausencia de la misma) de gobernantes de los últimos años como Berlusconi, Blair, Aznar, Sarkozy, Bush, etc., los cuales, sin entrar a valorar lo bueno o malo de su gestión, indudablemente carecían de ese "must" necesario en todo político que es el carisma.

Espero que la carismática capacidad de liderazgo que ya ha demostrado Obama se contagie, como todo lo que nace al otro lado del charco, y que en Europa esto suponga también una fuente regeneradora de talento, con nuevas caras, nuevas ideas y sobre todo nuevos cambios.

Bienvenido carisma, te estábamos esperando.

Saludos.

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