El pasado martes tuve ocasión de visitar la exposición retrospectiva de Francis Bacon que alberga el Museo del Prado hasta el próximo día 19 de abril.
Francis Bacon en el Museo del PradoLa exposición nace de una colaboración con la Tate Gallery de Londres, con el fin de conmemorar el 100º aniversario del nacimiento de Bacon, en octubre de 1909. Pero también tiene un sentido especial para al Prado dada la vinculación emocional del pintor con el Museo en sus últimos años, hasta que falleció en Madrid en 1992.
He de decir que al no haber podido acudir a la inauguración, tenía muchísimas ganas de ver la exposición, primero por ser "fan" de Bacon, y segundo por la novedad que suponía ver una exposición de arte contemporáneo (y encima Bacon...) en una pinacoteca mas bien "clásica" como lo es el Prado.
Pues amigos, el resultado es absolutamente espectacular. No solo Manuela Mena, comisaria de la exposición, y persona que conoció a Bacon en la última etapa de su vida, ha sabido gestar una exposición absolutamente deliciosa, sino que por fin el Museo del Prado se ha situado dónde debía hacerlo: a la vanguardia de los Museos más importantes del mundo.
La apuesta arriesgada se ha convertido en un éxito rotundo. Es sobrecogedor pasear por las salas de la ampliación, viendo el horror escenificado por Bacon, en un paseo en el fondo maravilloso, para luego poder escaparse a las salas clásicas y poder ver desde Velázquez a Goya, etc.
Muchos pensaban que el lugar para acoger a Bacon tendría que haber sido el Reina Sofía (MNCARS), pero sin duda no hay sitio mejor en España que el Museo del Prado para dejar constancia de que dicho Museo no entiende de temporalidad, si no de Arte.
Saludos
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