martes, 7 de octubre de 2008

Oda a Apple...

Como la gran mayoría de los mortales, siempre fui usuario de Windows tanto para asuntos personales como profesionales (bendito será el día que en las entornos de trabajo utilicen Mac...). Por miedo, ignorancia o desconfianza, nunca llegué ni tan siquiera a valorar la opción de "migrar" a un sistema operativo, o mejor dicho a un "mundo" nuevo. Todo ello, sea dicho de antemano, con los consecuentes y constantes cabreos infringidos por Windows y su maravillosa inestabilidad, virus, etc.

Un día cualquiera del "intenso" verano de 2007, mi deliciosa mujer me regaló un MacBook. Llevaba yo tiempo dándole vueltas al coco sobre la posibilidad de cambiar a Mac, alentado sobre todo por las bondades de Apple gritadas a los cuatro vientos por mi buen amigo Miguel. Pero, como animal de costumbres que soy (ya conocemos aquello de "mejor malo conocido que bueno por conocer"), me costó mucho decidirme a realizar dicho cambio... Sin embargo, dicho verano de 2007, y empujado me temo por la necesidad de hacer súbitos cambios en mi vida, Apple apareció en mi vida.

Poco más de un año después, puedo afirmar rotundamente que JAMÁS volveré a Windows, siempre que sea posible. Adoro Mac, adoro su facilidad de uso, lo intuitivo que es todo, las opciones de configuración que me ofrece, la estabilidad irreprochable y la seguridad a prueba de bombas, etc. Todo ello, después de haber hecho un uso muy intensivo de mi MacBook a lo largo y ancho de este año de MBA. De hecho, y lo digo bajito para que no me oigan mucho, a veces empiezo a plantearme la opción de cambiar mi MacBook por un MacBook Pro... Shhhhhh.....

Si confieso sin embargo que, como "maquero" convencido que me siento, no he tenido nunca morbo por su producto estrella hoy en día: el iPhone. En alguna ocasión he sentido alguna mariposa en el estómago... con esa timidez propia de un quinceañero enamorado... que finalmente nunca se decide a lanzarse a por ese beso. El iPhone me parece un producto curioso, tecnológicamente muy avanzado, etc. Pero, al fin de cuentas, yo lo que realmente necesito "on the go", como dicen los americanos, es funcionalidad, versatilidad, eficiencia... y en ese aspecto, el iPhone es más un ejercicio de diseño o un alarde tecnológico, que un "personal asistant". Sin embargo, actualmente tengo un Nokia E71, que sí hace la veces de secretaria, y me proporciona todo aquello que yo necesito en la calle: llamadas, calendario, agenda y mail. Confieso que soy adorador de Nokia y usuario incondicional desde hace casi 10 años (salvo un leve e inofensivo flirteo con Sony Ericsson hace años... fue un simple tonteo ocasional...). Los últimos años he tenido muchos de sus modelos estrella para "business": 9300i, E50, E65, E61, E61i, y ahora E71. Y sin duda, hoy por hoy, siguen colmando mis necesidades.

Estoy en espera de recibir un iPhone que hemos regalado a mi madre por su cumpleaños, por lo que teniendo la opción de "trastear" con uno en breve, tal vez cambie de opinión... aunque hoy por hoy, con mi Mac y mi Nokia me voy al fin del mundo!!!!

Saludos.

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